Tras la medida de suspensión de las clases presenciales hasta después de la Semana de Turismo, dada la emergencia sanitaria que atraviesa el país, la Universidad comenzó inmediatamente a trabajar en un plan de contingencia para continuar con el proceso de formación de sus estudiantes.
La comunidad académica y el personal técnico y de apoyo se adaptó rápidamente. “Fue necesario replanifciar los cursos en cada una de la carreras, apoyándonos en las soluciones digitales para el aprendizaje y la infraestructura tecnológica de la Universidad”, expresó el director de Educación, Amadeo Sosa.
Desde la dirección de Educación la prioridad en esta primera etapa de contingencia fue “garantizar la continuidad educativa en nuevos formatos adaptados al contexto, asegurar la calidad educativa, tomar registro de las actividades y participación de los estudiantes y que los equipos docentes estuvieran orientados a la búsqueda de las mejores estrategias de enseñanza”.
Esto está siendo posible porque el uso de herramientas virtuales no es una novedad en UTEC, tal como lo indica Juan Marrero, responsable del área de Tecnología Aplicada al Aprendizaje (TAA). “Desde que abrimos la universidad planteamos el uso de las tecnologías en los procesos de aprendizajes y desde ese momento hasta ahora venimos desarrollando acciones que nos permiten contar con herramientas tan robustas que posibilitan que los docentes de todas la carreras estén trabajando en este momento en forma simultánea.”
En el ITR Suroeste, prácticamente la totalidad de las clases se vienen desarrollando virtualmente según el coordinador educativo de la región, Santiago Martínez, quien destacó que “en la actual situación de contingencia, la primera consideración pedagógica sobre la mesa fue continuar el vínculo con los estudiantes. Esto es fundamental, dado que la Universidad tiene como mandato estar cerca de los estudiantes, en sus contextos, acompañando sus trayectorias educativas. Estamos teniendo contacto permanente con cada estudiante en las diferentes sedes del ITR SO. Se han otorgado computadoras y algunos módems con conexión a internet para aquellos que viven en el Uruguay más profundo”, indicó.
Similar es la situación en los demás ITR. En Centro Sur, según expresó la coordinadora educativa Silvia Benítez, “todo lo estamos haciendo de forma virtual. Desde el lunes 16 de marzo el ITR Centro Sur está cuasi vacío, salvo por los pocos administrativos que hacen guardia con diferentes horarios y que han ido disminuyendo”. La atención a los estudiantes continúa, utilizando la diversidad de herramientas digitales que tiene la Universidad.
El coordinador educativo del ITR Norte, Marcelo Ubal, relató cómo fue el proceso durante la primera semana de adaptación a la nueva modalidad de trabajo. “Nuestro primer paso fue la constitución de equipos: uno que mantuviera informada a toda la comunidad de trabajadores del ITR Norte, otro que reuniera a actores claves para la implementación de las mencionadas instancias virtuales y otros equipos que permitieran el trabajo de los docentes implicados por día de la semana.” En paralelo, al igual que en los demás ITR, hubo que prestar equipos a estudiantes y brindar soluciones de conexión a internet a otros. El martes 17 se hicieron coordinaciones, y el miércoles 18 se realizó la primera experiencia de aula virtual, lo que permitió detectar aspectos a mejorar para los días siguientes. “Sabemos que es muy pronto para evaluar la experiencia, pero sin dudas el arranque es promisorio”, indicó.
Desde TAA se están tomando otras medidas para facilitar el trabajo de los docentes en la transformación digital de los cursos. Han adquirido nuevas soluciones para instancias sincrónicas, ofrecen talleres de capacitación y realizan un acompañamiento continuo a los profesores que no estaban tan familiarizados con las herramientas digitales como Adobe Connect, Google Meet y Zoom, así como la plataforma Moodle. “El desafío más grande que tenemos es trabajar juntos con los docentes para enfrentar este momento, hay quienes se están acercando por primera vez a estas tecnologías, pero venimos trabajando con éxito, se están apoyando mucho en nosotros”, indicó Marrero.
Desde que irrumpió al país el COVID-19, “han sido días fermentales, de mucho ingenio, trabajo colaborativo y solidario”, tal como lo expresó el coordinador Martínez. El colectivo docente de UTEC se ha visto desafiado a repensar sus prácticas, como también el equipo técnico y de apoyo que tuvo que adaptar su forma de trabajo. Pero el coronavirus “nos encontró con una UTEC muy dinámica y comprometida con la educación de miles de jóvenes uruguayos”.
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