Se realizó el cierre del proyecto TechLab en la escuela de Casa Blanca, Paysandú

Algoritmos, pósters interactivos creados con placas electrónicas, programación con Scratch, impresión 3D con materiales reciclables y análisis con microscopios digitales son algunas de las temáticas que los alumnos de la Escuela N°21 desarrollaron durante 2024 en talleres impartidos por docentes del Tecnólogo de Informática de Paysandú. Además, los grupos de 3° a 6° año de la escuela visitaron la sede de la Universidad y trabajaron con inteligencia artificial, experimentaron con lentes de realidad virtual y diseñaron e imprimieron llaveros en el Laboratorio Abierto de Fabricación Digital. 

Como parte del compromiso con la comunidad educativa, para el evento de cierre del proyecto TechLab se impulsó la restauración del mural “Los mundos” en la fachada de la escuela, con la colaboración del artista Damián Ibarguren, rescatando la visión de los niños y fortaleciendo el vínculo con su comunidad.

La Escuela N°21 de Paysandú recibe a 130 alumnos desde el tercero al noveno grado. Se categoriza como urbana del interior y se ubica entre las instituciones de los quintiles más bajos en cuanto a lo sociocultural. Por el contexto, distancia y aspecto geográfico del lugar, los alumnos no suelen tener actividades extramuros. Si bien los niños y niñas de séptimo a noveno acceden a la tecnología durante sus jornadas, los grados menores cuentan únicamente con clases virtuales de pensamiento computacional a través de Ceibal desde este año. 

En este contexto, la carrera de Tecnólogo en Informática (formación compartida entre UTEC, Udelar y UTU) que se dicta en UTEC Paysandú, tomó la iniciativa de acercar la tecnología a la escuela e ingresar a las aulas dos veces al mes. El objetivo fue llevar temas de ciencia y tecnología, trabajar en territorio y abordar desde edades tempranas la participación de niñas y adolescentes en estos sectores, buscando revertir los procesos de desigualdad en carreras tecnológicas para una mayor equidad de género en la matrícula.

En ese sentido, desde la dirección de la Escuela se considera al proyecto como muy positivo para el desarrollo de los aprendizajes debido al alto impacto que han tenido los distintos talleres en el año, según expresó la directora Ana Rotundo. “Fue una excelente oportunidad para nuestros niños y niñas de tomar contacto con las herramientas tecnológicas de manera presencial y con profesores formados en el área”, agregó. 

El programa está integrado por los docentes Bernardo Firpo, Marcelo Suárez, Sonia Rocha, Ana Iruleguy y Bruno Rodríguez.Cuenta con el apoyo de la Analista Administrativa de la carrera, Agustina Guardia, y del estudiante Leonardo Coronel. Los contenidos de los talleres se adaptaron al plan de estudios de los maestros.

Rotundo señaló que los docentes y estudiantes de UTEC aportaron con muchísima pertinencia y claridad el componente tecnológico a esos temas. “Lo hacían desde el trabajo práctico con las distintas herramientas, lo que cautivó desde el día uno el interés de los alumnos de la escuela por aprender y por estar allí”.

Añadió que la aplicación de este proyecto en la escuela permitió que en cada uno de los talleres los niños y niñas fueron centrales en las escenas de aprendizajes, tal como lo sugiere la Transformación Curricular Integral (TCI) propuesta por ANEP. “Se le dio centralidad a los alumnos en la escena de los aprendizajes, se los abordó como sujetos activos, motivados, curiosos, interesados, sorprendidos y, por sobre todas las cosas, desafiados”, puntualizó la directora. 

Contacto con la comunidad

Otro punto fuerte del proyecto tuvo que ver con el trabajo de extensión a la comunidad, ya que la escuela funciona con puertas abiertas a todos los actores educativos y referentes familiares. Por ese motivo se destacaron las instancias en las que se les dio participación en el proyecto a través de reuniones, muestras interactivas y el acto de cierre. “Fue muy lindo ver a los familiares adultos sorprenderse de lo que los pequeños podían hacer con herramientas tecnológicas y que fuesen los guías en ese campo de trabajo”.

Por otra parte, enfatizó sobre la importancia del componente humano de ambos equipos docentes, adjudicándole el éxito. Indicó que el compromiso, la responsabilidad y la apertura estuvieron presentes desde el inicio y hasta la última jornada. “Esto implicó horas de trabajo por fuera del horario de cada uno y, si bien en todas las instituciones se trabajan con proyectos, que se transformen en grandes, que trasciendan las paredes del aula en el tiempo y lleguen a las personas, depende de que se sumen docentes comprometidos y con ganas de innovar”. 

Un futuro de conocimientos 

La carrera continuará impulsando proyectos que fortalezcan el área STEAM en el territorio y que brinden recursos y oportunidades a las próximas generaciones, con la apuesta de generar un impacto positivo y sostenible en la comunidad. 

UTEC, desde sus principios de educación, extensión e investigación, brinda el marco a la carrera para expandir sus aulas y trabajar extramuros, con el programa TechLab como la columna vertebral de esas acciones. Para la consecución de las mismas fue imprescindible contar con apoyos externos que favorecieron el impacto real que este programa ofrece.

La directora aseguró que es evidente el progreso desde el más pequeño de tres hasta el de doce años, porque todos visualizaron las oportunidades de la tecnología para desarrollar desafíos y aportar a la vida cotidiana. “Se ha plantado una semilla en estos niños, quienes a tan corta edad lograron un desarrollo destacable, y seguro será mayor en las etapas finales de su educación”, reflexionó.

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