Marco Guimaraens, docente de Ingeniería en Logística de UTEC desde los inicios de la carrera en Rivera cierra una etapa profesional y reflexiona sobre los desafíos futuros de la logística
Una mesa y seis bancos, con eso se encontró Marco Guimaraens en 2016 cuando asumió el desafío de viajar quincenalmente desde Montevideo a Rivera —por el día— para dictar clases a un reducido grupo de estudiantes de Ingeniería en Logística, una carrera de UTEC que ayudó a construir desde cero junto a colegas de larga trayectoria en el sector. Durante 30 años se desempeñó en las áreas de Logística, Planeamiento y Presupuesto y Administración en el sector público, y aún sigue como consultor externo. En 2019 fue distinguido con el Senior Management Level por la European Logistics Association, entidad que reconoce las competencias y valida la experiencia de especialistas del sector destacados en el contexto académico y profesional europeo y tiene un máster en Logística y Cadenas de Suministro.
En marzo de 2023 cerró un ciclo en la Universidad Tecnológica tras seis años de docencia. En diálogo con la Unidad de Comunicación y Difusión de la Universidad repasa ese camino y analiza el presente, las proyecciones de futuro de la carrera y la región norte.
En 2016 nació Ingeniería en Logística en Rivera. Una carrera totalmente nueva para Uruguay, ¿qué le llevó a ser docente allí?
Me invitaron algunos amigos a mirar el llamado de la Universidad Tecnológica, yo estaba dando clases en Montevideo en otras instituciones como en la Universidad de la República vinculado a mi otra profesión de doctor en Derecho, pero trabajé treinta años en el sector logístico en donde sigo trabajando aún. Me pareció un desafío enorme llevar la carrera al interior de nuestro país. Soy de Salto y sé las dificultades que tienen los chicos para acceder a una educación universitaria de calidad. Me pareció un desafío y un debe que tenía con el país que me había dado toda la educación hasta ese momento en forma gratuita desde primaria. Fue una oportunidad de devolverle a la comunidad lo que ella había hecho conmigo. No equivoqué en la decisión. Hasta el día de hoy, en este caso despidiéndome por razones ajenas a la Universidad, sigo trabajando para que Rivera se pueda desarrollar como un hub logístico para que esos jóvenes que conocí en el 2016 puedan encontrar una fuente laboral en su lugar de origen y no tengan que migrar para conseguir trabajos de calidad en otros lugares. Rivera constituye el lugar estratégico para que esas cosas ocurran. Hay políticas gubernamentales, hay un sector productivo pujante y está la UTEC brindando a la comunidad una educación de excelente calidad y formando a los chicos para el mundo del futuro que se viene con grandes cambios continuamente.
Volviendo a aquel 2016, ¿Con qué te encontraste en Rivera? ¿Cómo fueron aquellos comienzos?
Me encontré con un lugar extremadamente caluroso, una mesa y seis bancos. Vinimos con algunos quijotes amigos a montar la carrera y la Universidad no tenía lugar físico. La UTU nos cedió los locales y empezamos a trabajar ahí. Al principio venía en el día, en un ómnibus que salía de madrugada de Montevideo, dictaba las clases y me tomaba el mismo ómnibus a las diez de la noche para volver porque trabajaba en Montevideo al otro día. Ni siquiera conocía Rivera porque me subía y bajaba del bus en la ruta para dar clases. Y creo que fue una experiencia enriquecedora para todas las partes. Hoy dejar este proyecto y ver una UTEC con un edificio de primer nivel, que no hay en otras universidades del país, me deja extremadamente feliz y con el sabor del deber cumplido.
¿Recuerdas alguna anécdota en particular de esas primeras clases?
Sí, los estudiantes eran muy tímidos, les costaba interactuar con otras personas externas a la región. Nosotros habíamos trabajado mucho en el exterior y traíamos novedades y anécdotas de otros lugares. Entonces dije, vale la pena el esfuerzo, vale la pena venir, el sacrificio y compartir lo que uno mínimamente aprendió en otros lugares con chicos ávidos de conocimiento aunque en un edificio no tan cómodo. Recuerdo que al principio teníamos dificultades para usar los baños, porque los de caballeros quedaban en el primer piso y para ir al baño teníamos que bajar al primer piso y subir por escaleras al tercero para dar clases, y lo hacíamos con gusto.
Como mencionaste antes, UTEC fue incorporando laboratorios y tecnología para la carrera con el paso del tiempo, ¿cómo viviste estos cambios y el vínculo que tienen con la calidad de la formación que reciben los estudiantes?
Desde que empecé a dar clases he tratado siempre de hacerles ver a los chicos que lo que hoy aprendemos cambia rápidamente. Lo que hoy aprendemos, en cinco años lo van a tener que aggiornar y deben de dar gracias que UTEC tiene el laboratorio de logística, único en la región y en el país. No hay otro centro de estudio público ni privado que tenga el laboratorio de logística que tenemos acá que sigue adquiriendo tecnología para incorporar los automatismos a la gestión logística. En eso UTEC es pionera. Ha sabido combinar el mundo del conocimiento y las habilidades con el mundo de la transformación digital, y eso es lo que va a hacer que los chicos estén constantemente acompasando los cambios que se vienen en el mercado y en los hábitos de los consumidores.
La carrera tiene un fuerte vínculo con el afuera, sector empresarial, instituciones públicas y gubernamentales, entre otras. ¿Cómo se dio esa generación de confianza cuando se trataba de una carrera nueva y cómo ves el vínculo hoy?
Es que el interior estaba ávido de nuevos entornos, entonces fuimos extremadamente bien recibidos por los actores locales, por las otras universidades, por el gobierno departamental y por los sectores productivos.
Hace dos años hicimos una investigación en la que necesitamos interactuar con todos los sectores productivos, no solo de Rivera sino de la región. Más allá de que la relación personal es extremadamente cordial en Rivera, por eso amo Rivera, en lo profesional nos encontramos con un sector que estaba preparado.
Lo que necesita son oportunidades de desarrollo y que las políticas gubernamentales acompañen ese desarrollo para que de esa forma los jóvenes que egresan de esta casa de estudio puedan brindar sus servicios desde la región.
Este año tuvimos 91 admitidos en la carrera en Rivera, lo que habla de un gran interés de los jóvenes por estudiar logística. Es la cohorte más numerosa hasta el momento ¿A qué se debe esta consolidación? ¿Cómo ves hoy la carrera?
La carrera ha evolucionado enormemente. Se ha incorporado un plantel docente de excelencia en todas las áreas. Se fue consolidando desde el primer hasta el último año en el que ya han egresado los primeros ingenieros en Logística. La consolidación creo que es producto de que el sector logístico tiene una gran inserción laboral entonces los jóvenes se han dado cuenta de eso. Y al ser una Universidad Tecnológica da un plus extra que no dan otras casas de estudio que solo imparten conocimiento. Acá les damos conocimiento, habilidades y experiencias compartidas. Les permitimos que puedan trabajar en el sector logístico y en lo que modernamente se va a empezar a fusionar:las cadenas de E-Supply Chain Management. Ocurrirá por el crecimiento exponencial del comercio electrónico, que si bien se disparó en la pandemia, ya venía de antes. Las cadenas se están reestructurando para atender eso que yo le llamo en algunos textos la cultura de la inmediatez. Los jóvenes quieren todo aquí y ahora, y para provisionar eso debemos contar con cadenas ágiles, digitalizadas y automatizadas. La UTEC ha acompasado esos cambios y por eso la demanda en esta área del conocimiento ha aumentado exponencialmente. Es un desafío y lo valoramos enormemente porque significa que lo que planeamos hace varios años ha dado sus frutos.
¿Cómo crees que está impactando y va a impactar en el departamento y la región la formación de ingenieros en logística?
El país ha hecho un enorme sacrificio para formar a todos estos jóvenes y ellos han dedicado mucho esfuerzo y horas de estudio. El impacto se va a dar cuando encuentren lugares de empleo y no tengan que migrar. Tenemos la tentación del mercado del vecino país, Brasil, que tiene un sector logístico terriblemente expandido.Podemos constituirnos desde Rivera como un hub logístico regional de distribución de mercancías, básicamente para el e-commerce, pero lo que siempre digo, el sector productivo y empresarial debe acompañar con muy buenos salarios porque se van a ver recompensados con una mano de obra altamente calificada y que va a retribuirles disminuyendo costos en pos de que el sector aumente utilidades. Eso tiene un correlato numérico fáctico duro pero los jóvenes deben ser recompensados por ese esfuerzo.
¿Qué significa para ti cerrar este ciclo con UTEC?
Como le he dicho a todos, un pedacito de mi corazón queda en esta casa de estudios. Fue especial desde sus comienzos y a pesar de que es doloroso en lo personal, en lo profesional todos saben que voy a estar siempre. Es una decisión dura pero a la vez alegre porque sé que queda un legado, sé que quedan buenos relevos formados para continuar con esto que es apasionante que es el mundo de la logística.
¿Qué te llevas de la Universidad?
Muchos amigos y, sobre todo, la razón de ser de por qué sigo dando clases, muchas generaciones de estudiantes brillantes. Yo siempre les decía en las clases, la educación es una avenida de ida y vuelta y que siempre tengan la certeza que tanto como humildemente les he aportado conocimiento, me he llevado muchísimo más conocimiento de los jóvenes que además de su impronta de modernidad le aportan frescura y flexibilidad a esas cadenas rígidas que implica la gestión de cadenas de suministro.
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