La planta que compró UTEC se instaló en Salinas en Laguna del Cisne, recibe agua tratada en Aguas Corrientes de OSE y su uso actual es para beber
Producir fertilizantes, reutilizar agua que resulta de la actividad industrial, remover contaminantes de agua de pozo, estos son solo algunos de los posibles usos de la planta desalinizadora que adquirió UTEC (USD 120.000) y que mediante convenio con OSE se instaló a fines de julio en Salinas en Laguna del Cisne y recibe agua tratada en Aguas Corrientes.
Si bien su uso actual es para generar agua “ultrapura” y luego prepararla al mezclarla con otra agua con iones en camiones cisterna para ser bebida, los usos de esta planta una vez finalizada la crisis hídrica son amplios, explicó Héctor García, coordinador del Programa de Posgrado en Saneamiento e Ingeniería Sanitaria de UTEC con Ihe Delft (el instituto del agua de Países Bajos). Estas dos instituciones desarrollan en conjunto un programa de posgrado en agua, se trata de una especialización y una maestría que inició sus cursos en 2022.
Una vez finalizada la emergencia hídrica, se prevén varios usos para la planta desalinizadora. “El uso más importante es el de avanzar en conjunto OSE-UTEC en el desarrollo tecnológico y la validación del estado del arte en lo que respecta a tecnologías para la potabilización de agua”, contó García.
“Esto fortalece las capacidades de los profesionales de OSE manteniéndolos actualizados en las últimas tecnologías para la potabilización de agua, y también en colaboración con UTEC, se promueve la adopción de las últimas tecnologías a nivel mundial para la potabilización de agua y a su vez generar el espacio ideal para proponer y desarrollar mejoras e innovaciones tecnologías”, agregó.
A continuación algunas aplicaciones en la que se podrá utilizar la planta luego de la emergencia hídrica:
El diseño portátil y móvil de la planta hace que se encuentre siempre disponible en el caso que ocurran situaciones de emergencia en el suministro de agua en cualquier localidad de Uruguay. Es fácilmente transportable y en cuestión de horas se puede instalar en cualquier destino del país para ofrecer agua tratada de excelente calidad.
La planta es ideal para potabilizar agua de fuentes que contienen intrusión salina. Estos tipos de fuentes existen en la costa este de Uruguay. La cercanía con el océano Atlántico hace que existan muchas fuentes de agua dulce con intrusión de sales. Requieren tecnologías de filtración con membrana de ósmosis inversa para remover la salinidad. Estas fuentes de agua tienen mayor demanda durante la temporada turística de Uruguay que se da en los meses de verano donde hay mayor estrés hídrico. La planta es fácilmente transportable y en cuestión de horas está operativa en cualquier balneario de la costa este del Uruguay.
La planta es capaz de remover contaminantes iónicos presentes en fuentes de agua de pozo en Uruguay. En el interior del país se encuentran pozos que pueden tener concentraciones elevadas de iones. Dentro de los contaminantes más frecuentes se destacan el arsénico y los nitratos. Además, la planta puede remover calcio, magnesio y amonio, entre otros.
Las aguas que son usadas por las industrias o las intendencias pueden ser depuradas para reutilizarlas. Dependiendo de la tecnología que se aplique, produce un efluente tratado de mayor calidad que las aguas residuales crudas. Sin embargo, muchas veces la calidad de ese efluente no permite reutilizarlas o su reuso resulta muy limitado. Si se tratan con la planta de ósmosis inversa (como la planta desalinizadora que adquirió UTEC), produce un efluente de elevada calidad que se puede utilizar en cualquier tipo de reuso. La planta de ósmosis remueve los iones como las sales pero además remueve materiales orgánicos solubles como ser restos de plaguicidas, herbicidas, compuestos farmacéuticos, entre otros compuestos tóxicos.
“Esta agua producida tiene grandes posibilidades de reuso. Esta aplicación es muy útil, en especial para reuso de aguas industriales”, comentó García.
Hay industrias que necesitan agua de elevada calidad para sus procesos, algo que se conoce como “agua ultrapura”. Esta agua tiene valores de conductividad del agua (sólidos disueltos) muy por debajo de los valores que se suministran en los sistemas tradicionales de agua potable. La planta
Por lo tanto, la planta de ósmosis inversa se puede evaluar en dicho contexto, tratando agua potable de OSE y produciendo un agua ultra pura, con una concentración muy baja de sales, o sea de sólidos disueltos, y por lo tanto una conductividad muy baja.
Las plantas de ósmosis inversa por lo general tienen una producción de un 70-80% del agua cruda a tratar; por lo tanto se genera un rechazo del 30-20% del agua a tratar. Dicho rechazo contiene los compuestos removidos del agua a tratar. Por lo tanto, el rechazo es rico en sales y minerales los cuales tienen un valor en el mercado. Por ejemplo, el rechazo es muy rico en Magnesio, el cual se mezcla con fuentes de amonio y fosfato y se forma el mineral Estruvita el cual se comercializa como fertilizante, entre otros minerales que se pueden recobrar.
Existen posibilidades de introducir mejoras tecnológicas a los sistemas de ósmosis que OSE y UTEC pueden desarrollar.
Algunos ejemplos incluyen: aumentar el porcentaje de producción de agua tratada (reducir la cantidad de agua que se rechaza).
“Esto se hacer mediante el tratamiento del rechazo a los efectos de recobrar agua limpia del mismo en procesos que se conocen en inglés como zero liquid discharge disalination”, explicó García.
Además, existen varias alternativas a explorar para eliminar los contaminantes removidos del rechazo que se genera con el uso de la planta. El arsénico es uno de ellos. Se remueve de la fuente de agua a tratar pero se traslada al rechazo.
“Hay alternativas a explorar para el tratamiento del rechazo eliminando el contaminante para que no vuelva al medio”,informó García.
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