Educación Sexual Integral: una herramienta para derribar mitos y fomentar valores y derechos

Incorporar el juego en el aula, perder los miedos, pensar e incorporar nuevas herramientas, sumar tecnología. Para planificar experiencias educativas los docentes incorporan capacidad crítica, innovación y creatividad, este es el camino que busca profundizar la Maestría en Diseño de Ambientes de Aprendizajes de UTEC. Tres de los cinco docentes premiados por la Fundación ReachingU pertenecen a la Universidad Tecnológica y dos de ellos, Pablo Mollo y Evangelina Hernández son además egresado y estudiante de esta formación. El principal galardón se lo llevó Evangelina. Se encuentra actualmente en las etapas finales de su proyecto en UTEC sobre Educación Sexual Integral dirigido a otros colegas docentes y surge de una necesidad que relevó en su trabajo. La iniciativa propone un ciclo de talleres para que se acerquen a esta temática. Se enfocan en distintas aristas como el diálogo en un espacio seguro, la sexualidad, género, estereotipos y derechos humanos entre otros. 

A continuación el diálogo con la docente sobre su reconocimiento y trabajo en UTEC y el aula: 

¿Cuál ha sido tu camino en formación docente y tu comienzo de la maestría en UTEC?

Soy egresada como Maestra de Educación Primaria del Instituto de Formación Docente de San José (CFE) y trabajo en la Escuela 123 de Ciudad del Plata, también en San José. Comencé en 2022 a través del proceso de selección de la Maestría en Diseño de Ambientes de Aprendizaje en UTEC.

Tuve el privilegio y la suerte de empezar a cursarla, y ahora me encuentro en la etapa de elaboración de la tesis, en la codificación y análisis de datos. Quería tener la oportunidad de pensar los espacios de aprendizaje desde una mirada más amplia, más allá de lo que es el sistema de primaria. Quería sentir la educación por fuera de los límites del aula a la que pertenezco hoy en día y ver el aprendizaje como algo que puede ir a mucho más, como algo que se puede pensar con otra cabeza. 

Quería interpelar un poco mi rol docente, cuestionar un poco mi quehacer diario como maestra y mi práctica de todos los días.

En cuanto a la formación y al acompañamiento de los profesores, hay tres particularmente que me han marcado mucho que son Ezequiel Alemán, Eugenia Balseiro y Laura Romiti, mi tutora. Han logrado que me cuestione las visiones de la educación en este siglo. Gracias a ellos y a cada lectura o discusión que se dio con mis compañeros logré poner en práctica lo trabajado.

¿Qué podés poner en práctica en tus clases?

Todo lo trabajado es replicable en cualquier ambiente de aprendizaje. Así lo dice el nombre. Por eso uno está constantemente preguntándose, reflexionando y construyendo a partir de lo trabajado. Por ejemplo, en uno de los módulos trabajamos el juego y la gamificación, así como su diferencia entre ambos. Abordamos cómo mirar las aplicaciones que tienen contacto con los estudiantes, cómo mirarlas con otro sentido. Por ejemplo Minecraft, ¿cómo poder aplicarlas con otro significado más allá del meramente recreativo? Recuerdo que a partir de ese trabajo lo empecé a usar en mi clase con otra mirada. No es que hayamos trabajado particularmente esa aplicación, sino que por medio de lo que él me aportó, pude investigar, pensar y ver ese tipo de recursos de otra forma.

¿De qué manera es viable utilizar Minecraft para enseñar en el aula?
Tiene infinidad de usos, hablando de Minecraft Education particularmente, uno puede trabajar de forma interdisciplinar en una cantidad de cosas. Primero tratando de desarrollar la competencia computacional en los estudiantes y el manejo tecnológico, con su debido cuidado, y relacionarlo con contenidos de historia, de geografía, biología. Ahora estábamos con la construcción del Montevideo del 1930, la caracterización de biomas, una cantidad de contenidos. 

¿Cómo impacta el uso de estas nuevas herramientas en los estudiantes?

Con esto los niños se motivan, porque en esta era, ellos nacieron con la tecnología. Para ellos resulta mucho más significativo apropiarse de lo trabajado mediante esa forma, porque al manejar la tecnología desde una edad temprana, se apropian de esas herramientas de manera muy distinta a uno. Entonces además de motivarlos a trabajar de otra forma uno aprende de ellos, porque me ha pasado que también he tenido que aprender de ellos para llevar el trabajo adelante. Esto es recíproco, les doy las herramientas y el espacio, pero también me nutro de lo que ellos me enseñan a mi. Es un ida y vuelta continuo.

¿Y cómo es poner en práctica todas estas ideas? ¿implica salir de la zona de confort?

No es fácil llevarlo a cabo. Uno tiene que estar muy seguro de hacerlo, porque a veces romper con las estructuras y ciertos paradigmas o ideas tradicionalistas cuesta bastante. 

Y esto ha sido parte de la maestría también, porque el cursar me ha llevado a descubrir nuevos fundamentos y a innovar. Uno se encuentra con un montón de resistencias y tradicionalismo que hay con ciertas ideas. He aprendido en este proceso que el hecho de incomodar también es parte de generar el cambio. 

Hay que perder los miedos y animarse cuesta bastante. Siento que estamos en un período de transición dentro del sistema, ese cambio que se está gestando y generando no es de un día para el otro, llevará un tiempo pero confío en que Primaria, Secundaria y Terciaria tienen un montón de docentes con las mismas ideas y las mismas ganas. 

Decidiste trabajar en un tema sensible para tu comunidad: la educación sexual integral que aborda temas como el miedo y los tabúes ¿Cómo decidiste encarar este tema para tu maestría en UTEC?

Estaba haciendo la maestría y en paralelo comencé trabajando en talleres con los estudiantes, mientras notaba una necesidad con las familias y los docentes. En mi comunidad uno de los problemas era la participación de las familias y el trabajo en educación sexual integral. 

Conversando y viendo durante las unidades de trabajo con los profesores, llegué a que mi población objetivo fueran los propios docentes. La necesidad estaba en el fortalecimiento del rol para poder trabajar Educación Sexual Integral (un proceso que aborda diferentes aspectos de la sexualidad como los emocionales, físicos y sociales para que las personas vivan en salud y bienestar, es decir, incluye todas las dimensiones de lo humano). Entonces diseñé una serie de talleres con diferentes temáticas.

¿Por qué era necesario apoyo a docentes en Educación Sexual Integral? 

Ya venía notando en los estudiantes esa necesidad de trabajar el tema vínculos, el tema afectividad desde la perspectiva de derechos humanos, que es otro aspecto importante a recalcar. No se hace desde la biología, porque cuando uno habla de educación sexual la gente lo primero que hace es relacionarlo con lo biológico o lo genital, y no es así. En este caso el enfoque es desde los derechos humanos. Entonces esa necesidad que vi en los estudiantes también la noté en los docentes, porque no hay formación respecto al tema prácticamente durante la carrera. En el proceso de la maestría definí que mi población objetivo fueran docentes de la escuela en la que trabajo en San José, de tiempo completo. Tienen un rango de edad bastante importante,van desde los 25 hasta los 62 años.
Diseñé un ciclo de 10 talleres: el primero fue sobre establecer un espacio seguro (fundamental para hablar estos temas), el segundo sexualidad, el tercero qué entendemos por género hoy en día, el cuarto refiere al impacto de los estereotipos de género en la sociedad actual. También abordé las inequidades, trabajar sobre las verdades y falsedades, mitos, la educación sexual integral como derecho humano, las relaciones interpersonales y un último taller sobre reflexiones en torno a estos temas. 

¿En qué etapa se encuentra tu investigación y que ha sido lo más importante en este proceso?

Ahora estoy en el análisis y la codificación de los datos para seguir avanzando. Lo que me queda es una de las etapas más difíciles, pero más ricas. Codificar lo obtenido me va a permitir descubrir patrones o resistencias y también fortalezas, que la mirada investigativa me va a aportar a mi como docente y lo que pretendo es que aporte a los demás también. 

Lo más valioso de este cruce que se me ha dado en el proceso de la maestría, de la investigación, de la práctica es haber demostrado que se puede trabajar con profundidad, con sensibilidad y a su vez con rigor pedagógico. También valoro el hacer que todo eso impacte en el aprendizaje de los estudiantes, en los vínculos y en la cultura escolar de la comunidad. Esto es aplicable a cualquier ámbito donde se de esa relación de aprendizaje y se lo recomiendo a cualquier persona que trabaje en un ámbito educativo.