Comunicación no violenta en el trabajo: una herramienta clave para la gestión de grupo

Un buen clima de trabajo implica dejar fuera a la violencia. Hay un modelo de comunicación no violenta que tiene cuatro componentes importantes para lograr buenos vínculos laborales. ¿Cuáles? Estos son: observar los hechos, dar lugar al sentir, descubrir qué necesidad está en juego y pasar a la acción. Estos se enseñan y se practican como parte de la formación del Tecnólogo en Manejo de Sistemas de Producción Lechera en Colonia, carrera que se dicta en forma conjunta UTU-UTEC y son aplicables en ámbitos laborales, profesiones, en los más diversos rubros. En este caso, forma parte de las 

clases de Desarrollo Humano en UTEC y es una de las recomendaciones para un buen clima en el ámbito laboral en los tambos. 

La comunicación no violenta se basa en principios de respeto, compasión y cooperación, y busca transformar los patrones de comunicación que contribuyen a la violencia verbal o emocional, explicó  Laura Pose, docente de Desarrollo Personal en UTEC. El objetivo principal es mejorar la calidad de la comunicación y los conflictos interpersonales, fomentando la empatía y la comprensión mutua. Se trata de un enfoque desarrollado por el psicólogo clínico Marshall  B. Rosenberg en la década de 1960.

La comunicación no violenta se aplica al trabajo entre varias
personas en la dinámica del tambo

Cuatro componentes de la comunicación no violenta

Enfrentarse a una situación desagradable o inesperada es el punto de partida. La clave está en cómo responder a estas de la mejor manera. A partir de allí, la comunicación no violenta propone evitar los juzgamientos. El primer componente, consiste en observar los hechos: pararse frente a la situación y mirarla de la manera más objetiva posible. El objetivo es lograr identificarlos hechos y el escenario en que la persona se encuentra, despojados de lo que pensamos sobre lo que sucedió. El segundose centra en dar lugar a las sensaciones, emociones, sentimientos que esto genera, que incluso pueden estar teñidos por experiencias anteriores e influyen en la reacción actual. Es decir, en analizar internamente las sensaciones que se generan.

El tercero consiste en identificar cuáles son las necesidades que están en juego. Por ejemplo podrían ser; respeto, reconocimiento, pertenencia, comprensión, seguridad, entre otros. Pueden ser acciones o cambios que es posible implementar. El cuarto y último componente consiste en pasar a la acción, haciendo un pedido claro y concreto, que satisfaga la necesidad que se identificó antes.

Por otra parte, reconocer el trabajo bien hecho también es clave para un buen clima. Permite incluso encarar los problemas con una mayor comprensión en busca de soluciones.”Cuando de verdad nos preocupamos por las necesidades de las personas, mejora la estabilidad, y si hay más estabilidad en general se reducen los errores, lo que después impacta luego en la productividad” sostiene Pose. 

Además, es importante poder lograr  cierta estabilidad en el ámbito laboral. La rotación de personas suele tener un costo alto para las organizaciones.  Para disminuir esta rotación “es imprescindible tener en cuenta que las necesidades humanas (como la pertenencia, el aprendizaje, la valoración, el respeto, la familiaridad y otras) y que sean consideradas. Así las personas podrán trabajar a gusto y asumir compromisos desde un lugar auténtico, en consecuencia disminuir errores y a mediano plazo incrementar los resultados de la organización”, opinó Pose.

El TMSPL de UTEC Nueva Helvecia valora el aprendizaje de herramientas
para el buen relacionamiento en el ámbito laboral

Estudiantes de lechería preparados para el trabajo en equipo

Actualmente son muy valorados los profesionales que traen incorporadas estas competencias, ya que contribuyen al buen clima laboral, al trabajo en equipo y en definitiva a la mejora de la productividad. Del mismo modo,las organizaciones que destinan tiempo y recursos al área humana son lugares buscados por los trabajadores.

“En los ámbitos de trabajo el cuidado de los vínculos es sumamente importante. El respeto, la empatía y la forma de comunicar son claves para lograr buen desempeño de los equipos, en cualquier área”, destacó Pose.

Aplicado al tambo, “la producción lechera es de las tareas más complejas que existen”, ya que se deben atender una multiplicidad de variables, como el ordeñe, la calidad de la leche, la salud animal, la alimentación, las pasturas, la seguridad, el uso de la maquinaria, entre otras. “Hay que ser un poco agrónomo, otro poco veterinario, además de ordeñador. Y todo esto lo llevan a cabo seres humanos. Es una complejidad enorme y queda muy dependiente de lo que hacen las personas” indicó Pose.

En UTEC Nueva Helvecia, la herramienta comienza a ponerse en práctica dentro del aula. Los estudiantes la utilizan para intercambiar con sus docentes y coordinadores. Pose cuenta que los egresados han seguido empleando los conceptos que aprendieron en Desarrollo Humano en el ámbito laboral y en su vida cotidiana.  “Más que una manera de comunicarse, es una manera de plantarse frente a las situaciones de la vida” asegura.  

Los estudiantes de UTEC utilizan la CNV desde el aula, en el intercambio con
docentes y coordinadores

La resistencia a incorporar tecnología

Las nuevas generaciones, familiarizadas con la tecnología deben trabajar en armonía con trabajadores de décadas en el rubro y la resistencia a la incorporación de cambios (como los tecnológicos por ejemplo) son  una realidad con la que deben lidiar los jóvenes.  

Sobre este aspecto, Laura Pose explica que “los egresados de nuestra carrera salen con mucho conocimiento de tecnología, luego llegan a los establecimientos con ideas nuevas y en estos espacios empiezan a encontrar resistencia”. Durante la formación se reflexiona sobre“¿Por qué se resisten las personas? ¿Qué están cuidando las personas que se resisten? Me he dedicado a ordeñar toda mi vida, ahora viene un profesional joven que me va a implementar una máquina que va a hacer todo lo que yo sé hacer. Siento que pierdo mi lugar en el mundo” plantea la docente. “Entender qué les pasa a esas personas cuando se resisten es parte de poder llevarlas, no es solamente explicarles, es entender qué está pasando y qué necesidad está detrás de esta actitud” remarca. Generalmente escucharlas trae también información valiosa a tener en cuenta en la implementación que los “nuevos” desconocían, explicó la docente de UTEC.

Pose cuenta que se busca tratar con los estudiantes el “cómo mirar las cosas” para evitar ver los problemas en forma acotada. “Si un trabajador ordeña una vaca que tenía un antibiótico (algo que no debería ocurrir)  la primera conclusión es sancionarlo por su error. Ordeñó esa vaca que tenía antibiótico y la mandó al tanque (algo que genera pérdidas para el tambo). Sancionarlo por lo que hizo es quedarse con una mirada del problema muy pequeña porque todos los acontecimientos tienen múltiples causas. ¿Qué pasó antes? ¿Esa vaca estaba en el lugar adecuado ? ¿Por qué esa persona no se dio cuenta? ¿Qué le pasaba a esa persona ese día?”, reflexionó la docente. 

Explica que por el contrario, se busca que los estudiantes puedan visualizar los problemas en forma sistémica. “Esto es un sistema y todas las partes se afectan entre sí. Lo que hacen las personas afecta este sistema y la manera de producir también afecta a las personas", subraya. 

“La lógica se basa en que el trabajador tiene que encontrarse bien para que su trabajo sea bueno. Esto tiene un impacto en la producción, y directamente en los números del establecimiento donde se desempeñe”, agregó Pose.

Preinscripciones UTEC hasta el viernes 16 de febrero

Hasta el viernes 16 están abiertas las preinscripciones para cursar el Tecnólogo en Manejo de Sistemas de Producción Lechera en UTEC Nueva Helvecia. También están abiertas las preinscripciones para otras 15 carreras en las 11 sedes de la Universidad Tecnológica. 

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