Estudiantes de Ingeniería Biomédica de UTEC crearon una réplica lúdica del resonador para pacientes del hospital pediátrico. Buscan disminuir la ansiedad en niños a la hora de realizarles resonancias magnéticas y, por lo tanto, reducir las anestesias.
Cuando un niño llega al Departamento de Imagenología del Centro Hospitalario Pereira Rossell suele necesitar estudios que se realizan en un resonador. Esta máquina puede resultar demasiado intimidante, tanto para adultos como para los más chicos. Dentro de un gran tubo, los pacientes deben permanecer acostados e inmóviles cerca de una hora para que la toma de imágenes sea eficiente.
Claustrofobia, ansiedad y pánico por los sonidos intensos del resonador (similares a las de una máquina que perfora hormigón) son algunos de los sentimientos que atraviesan al estar en medio del estudio. Es por esto que cuando se trata de niños se utilizan ansiolíticos, sedación o anestesia, de manera que el proceso se pueda hacer con “normalidad”. Sin embargo, estas acciones pueden generar efectos adversos en los pacientes.
Para buscar una solución al tema, el Laboratorio de Modelado de Impresión 3D del Departamento de Imagenología del hospital —a cargo de la doctora Silvana Zabala— comenzó a entregar a los pacientes un resonador miniatura con un código QR que los direcciona a un video en el que se explica el procedimiento a través de una animación amigable. Esta simple acción ayudó a bajar a la mitad la cantidad de anestesia en menores, pero sigue siendo insuficiente.
Para complementar las acciones, estudiantes de la carrera de Ingeniería Biomédica de UTEC que se dicta en la sede de Fray Bentos, elaboraron una réplica del resonador para el uso lúdico de los pacientes pediátricos y lo llamaron Magne Toy. Realizaron este trabajo en el marco de la Práctica Profesional Curricular. Esta solución permite que los niños a los que se les realizará una resonancia magnética conozcan mediante la interacción con el resonador de juguete cómo es la obtención de la imagen médica a través de un video interactivo que lleva a una aventura lúdica.
El Magne Toy generó altas expectativas: “tendrá un gran impacto, de hecho, sin el juguete, solamente con el ploteo de la sala y el QR bajamos la cantidad de anestesias como un 50% inicialmente, si a eso le sumamos la ayuda de este proyecto el impacto será aún más alto”, detalló Zabala.
Entonces, en primera instancia, los pacientes reciben el código que los introduce en lo que es un resonador. Luego, se les presenta el juguete realizado por los estudiantes de UTEC para que jueguen y sean los protagonistas de una aventura con el capitán Barba Salada, quien necesita encontrar una moneda de oro dentro del estómago de una tortuga y para eso precisa realizarle una resonancia. Esto disminuye la ansiedad previa al estudio de los pacientes y hace del procedimiento algo conocido.
Disminución de riesgos en pacientes
Los estudiantes Fernando Almirón, Nicolás Layera, Belén Echenique y Luciano Ríos, tutorados por la docente de Biomédica de UTEC, Ella Escandón, fueron los ideadores de este proyecto con el apoyo de la doctora Zabala. La médica se formó en Europa y Estados Unidos, sitios donde existe la figura de ingeniero biomédico y es parte de laboratorios y hospitales. “Cuando volví a Uruguay empecé a trabajar en imagenología y como no contamos con ingenieros biomédicos tuve que aprender a hacer proyectos sola”, expuso.
Esta vez Zabala necesitó ayuda y se acercó al Departamento de Innovación y Emprendimiento de UTEC y a la carrera Ingeniería Biomédica, que en 2024 tuvo su primer egresado. A través de reuniones y del contacto con referentes de diversas áreas de UTEC, formaron el equipo que construyó el Magne Toy.
Es de importancia destacar que el Departamento de Imagenología del Pereira Rossell no solo atiende a niños del sistema público de salud de Montevideo e interior, sino que asisten niños de centros privados y de la Fundación Pérez Scremini, por lo que es un área que atiende a cientos de niños y niñas al mes.
Zabala expuso que no se trata solamente de que el niño no tenga miedo —por más que es una parte fundamental— sino que también se obtienen beneficios clínicos, “porque si logramos no hacer anestesias se disminuyen los riesgos reales en el procedimiento, y en los niños es todavía más importante”, puntualizó.
UTEC lo hace realidad
La docente de UTEC Escandón, explicó que este proyecto es parte de lo que se necesita hacer como salida de la carrera para dar a conocer la formación y las potencialidades de los profesionales en ingeniería biomédica. “Es vital tener convenios de colaboración para realizar interacciones en las que hemos avanzado de manera lenta pero segura para que dé fruto”, planteó.
Definió como esencial la materialización de ideas a partir de los recursos que tiene la Universidad, ya que sin eso hubiera sido imposible lograrlo debido a que el hospital no tiene los medios económicos para implementar estas ideas, “y UTEC las hace realidad”, agregó.
A partir de este primer prototipo del resonador de juguete y de una fase inicial de interacción con los usuarios, el plan es hacer seguimiento para perfeccionar el proyecto, por lo que, probablemente, en la próxima instancia de la unidad curricular, otro grupo de estudiantes lo retome y lo mejore. “Vamos a recibir otro tipo de interacción, un feedback de los funcionarios médicos que será muy importante para la mejora, por lo que es fundamental probarlo”, agregó.
Noticias, actividades e ideas en tu mail cada semana.
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA @ 2025 - Todos los derechos reservados.
Teléfono (+598) 2603 8832 | consultas@utec.edu.uy