El proyecto liderado por docentes de UTEC Rivera busca reducir algunos contaminantes de las aguas residuales y sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de clasificar residuos sólidos en el origen.
Solo el 3,5% de los residuos domiciliarios de la ciudad de Rivera llegan correctamente clasificados al vertedero departamental y se pueden reciclar. En 2022, la cantidad de residuos no discriminados en la ciudad norteña fue de 14.496 toneladas, según datos de la Intendencia Departamental de Rivera. Estos, además de ser desaprovechados, generan líquidos conocidos como lixiviados —de color negro y con mal olor que se desprenden de la mezcla de basura de diferente índole— y que escurren hasta desembocar en el arroyo Cuñapirú. Este arroyo corre a pocos metros del vertedero departamental.
Las restantes 500 toneladas de residuos sólidos reciclables que llegan separados al vertedero son compactados y comercializados en Montevideo para que tengan una segunda vida útil. Una cooperativa que trabaja en el propio relleno sanitario se encarga de esta tarea.
A través de una visita de docentes de Ingeniería en Logística de UTEC al vertedero de Rivera, se desencadenó un proyecto que busca reducir el impacto de los lixiviados al arroyo Cuñapirú.
Para reducir el impacto de los lixiviados al Cuñapirú, la intendencia utiliza un sistema de decantación a través de dos piletas que funcionan como filtros antes que los líquidos lleguen al arroyo.
La principal iniciativa de los docentes de UTEC propone un cambio que implica sumar tecnología. El equipo de investigación —liderado por Victoria Laniella, Raisi Lenz, Richard Pereira, Cecilia Gularte y Viviane Todt— comenzó a explorar la posibilidad de usar filtros de carbón activado en base a residuos madereros para disminuir los contaminantes en el agua de las piletas del vertedero.
“La idea es proponer un filtro usando biochar. Es un carbón vegetal generado a partir de residuos de la madera que tenemos en abundancia en el Norte y que también es un problema”, comentó la docente Victoria Laniella, encargada de las unidades curriculares Proyectos 1 y 2 de la Ingeniería en Logística. “Casi el 50% de la madera que entra al aserradero se queda en aserrín”, agregó.
La propuesta de purificación que plantea UTEC consiste en “un sistema de adsorción” con carbón activado, explicó la docente adjunta del Área Física, Raisi Lenz. La adsorción es un fenómeno que se utiliza para eliminar de forma individual los componentes de una mezcla gaseosa o líquida. Al separarse, los componentes se adhieren a una superficie sólida que en este caso sería el filtro a utilizar.
“El carbón activado es un material sólido amorfo, se encuentra esencialmente en forma de polvo o granulado que se activa para desarrollar su porosidad, aumentando el volumen de poros y área de superficie”, explicó Lenz.
En una primera etapa los docentes de UTEC lograron producir el carbón activado con residuos de eucaliptos a través de un proceso físico. En la activación física, el material inicialmente carbonizado es sometido a gasificación parcial y controlada a alta temperatura, utilizando agentes oxidantes a la temperatura final, como el vapor de agua. El carbón activado que lograron fue caracterizado en la Universidad Franciscana de Santa María. Ahora, el equipo investigador está abocado a aumentar la porosidad del carbón y consecuentemente su capacidad de adsorción. “El objetivo de esta propuesta piloto es utilizar el filtro generado con producto vegetal antes de que el lixiviado llegue a las piletas”, dijo Lenz.
Antes de desarrollar el carbón activado vegetal, el equipo de investigación realizó un diagnóstico de la situación actual del agua de las piletas para identificar posibles contaminantes. Para ello se extrajeron varias muestras que fueron analizadas en base a los niveles de PH, Nitrato, Nitrito, Amonio y Fósforo. Estos estudios se realizaron en el Laboratorio de Química Biológica Ambiental de la Universidad de la República, con el apoyo de la investigadora María Laura Lavaggi. También se estudiaron los niveles de metales pesados y microbiológicos por parte de la propia Intendencia Departamental de Rivera. Además, los análisis de microplásticos están siendo realizados en el laboratorio de Ciencia e Ingeniería de los Materiales de UTEC Rivera a cargo de los investigadores del proyecto y el laboratorista Carlomagno González. De los análisis realizados surge que los niveles de Fósforo estaban por encima de lo recomendado, mientras que los demás elementos estaban dentro de la norma.
Si bien el método de decantación ya utilizado funciona bien, con este proyecto desde la UTEC se busca contribuir con tratamientos más eficientes del agua que va al arroyo.
Otro de los aportes del grupo apunta a la sensibilización ambiental por parte de la población con el objetivo de aumentar los niveles de clasificación de residuos, y en consecuencia, su reciclaje. Se buscará trabajar en forma coordinada con la Intendencia Departamental de Rivera y otras instituciones para brindar en forma conjunta una serie de talleres a la comunidad.
La investigación en marcha fue seleccionada en la convocatoria 2023 de la dirección de Investigación y Desarrollo de UTEC, dentro del Grupo de Investigación Estratégica Suelo y Agua. Participan en el proyecto estudiantes y docentes de Ingeniería en Logística, Ingeniería en Control y Automática, y del Posgrado en Robótica e Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico Regional Norte. Además, colaboran investigadores de la Universidad de la República y de las universidades federales de Pelotas y la Franciscana de Santa María, Brasil.
A través de un workshop realizado en UTEC, el equipo de investigación brindó información de los avances del proyecto e intercambió con investigadores de universidades brasileñas con experiencia en la temática.
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